BOLLITOS DE LECHE ESPONJOSOS RECETA FÁCIL

Descubre cómo hacer en casa unos deliciosos bollitos de leche esponjosos con esta receta fácil y detallada, perfecta para principiantes y expertos en repostería.

Estos bollitos, con su miga tierna y textura suave, son ideales para acompañar el desayuno o la merienda. Imagina disfrutar de su sabor dulce y ligero recién horneados, ideales para acompañar con mermeladas, mantequilla o simplemente solos.

Sigue esta receta paso a paso para obtener unos bollitos de leche esponjosos perfectos, con un aroma irresistible y un toque de dulzura que encantará a toda la familia. Anímate a prepararlos en casa y sorprende con esta receta de bollitos de leche esponjosos, que se convertirá en tu favorita para cualquier ocasión especial.

INGREDIENTES DE LA RECETA

• 500 g de harina de fuerza
• 250 ml de leche entera (tibia)
• 100 g de azúcar
• 50 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
• 2 huevos
• 25 g de levadura fresca (o 8 g de levadura seca de panadería)
• 1 cucharadita de sal
• 1 huevo batido (para pintar los bollitos)

PREPARACIÓN DE LA RECETA DE BOLLITOS DE LECHE ESPONJOSOS

En un bol pequeño, disuelve la levadura fresca en la leche tibia (si usas levadura seca, mezcla con la harina directamente). Deja reposar unos 10 minutos hasta que empiece a espumar.

En un bol grande, mezcla la harina con el azúcar y la sal. Añade la leche con la levadura, los huevos y la mantequilla.

Amasa bien hasta que todos los ingredientes estén integrados y obtengas una masa suave y elástica. Esto puede llevar unos 10-15 minutos.

Forma una bola con la masa y colócala en un bol engrasado. Cubre con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su tamaño.

Una vez que la masa haya levado, desinfla ligeramente y divídela en porciones de unos 50 g cada una.

Forma bolitas y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando espacio entre ellas para que crezcan.

Cubre los bollitos con un paño y deja que reposen nuevamente durante 30-40 minutos.

Precalienta el horno a 180°C. Pinta los bollitos con el huevo batido para que queden doraditos al hornearse. Hornea durante 12-15 minutos, o hasta que estén bien dorados.

Saca los bollitos del horno y deja que se enfríen sobre una rejilla.