Las galletas de jengibre con glaseado son un clásico de la repostería que combina perfectamente la especia cálida del jengibre con el dulzor del glaseado, creando un contraste de sabores que seguramente deleitará a cualquier paladar.
Estas galletas son ideales para cualquier época del año, pero especialmente durante las fiestas navideñas, cuando el jengibre y las especias cálidas se vuelven aún más populares y apetecibles.
La preparación de estas galletas es bastante sencilla y no requiere de muchos ingredientes especiales, lo que las hace accesibles para cualquier persona que desee probar su mano en la repostería.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 250g de harina
- 1 cucharadita de polvo de jengibre
- 1/2 cucharadita de canela en polvo
- 1/4 cucharadita de nuez moscada rallada
- 1/2 cucharadita de sal
- 100g de azúcar morena
- 100g de mantequilla derretida
- 1 huevo
- Glaseado al gusto para decorar
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE GALLETAS DE JENGIBRE
En un bol grande, mezcla la harina, el jengibre, la canela, la nuez moscada y la sal hasta que estén bien combinados.
Agrega el azúcar morena y la mantequilla derretida, mezclando hasta obtener una mezcla homogénea.
Incorpora el huevo y mezcla hasta que la masa esté suave y fácil de manejar.
Amasa la mezcla durante unos minutos hasta que esté suave y elástica.
Estira la masa sobre una superficie enharinada hasta que tenga un grosor de unos 5mm.
Corta formas con un cortador de galletas y colócalas en una bandeja para hornear cubierta con papel para hornear.
Hornea en un horno precalentado a 180°C durante unos 10-12 minutos, o hasta que estén doradas.
Deja enfriar completamente antes de decorar con glaseado al gusto.
Una vez decoradas, estas galletas de jengibre con glaseado están listas para ser disfrutadas, ya sea como un snack o como un postre ligero.
La combinación del jengibre y las especias cálidas con el glaseado dulce crea un sabor único y delicioso que sin duda será un éxito en cualquier reunión o celebración.
El resultado final de esta receta es una galleta crujiente por fuera y suave por dentro, con un sabor intenso a jengibre y especias, perfectamente balanceado por el dulzor del glaseado, lo que la convierte en una verdadera delicia para los sentidos.
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