Hacer pan en casa es una experiencia gratificante que nos conecta con la tradición y el sabor auténtico. Con esta receta de pan casero, conseguirás una miga esponjosa y una corteza crujiente sin complicaciones.
No necesitas ser un experto, solo seguir unos sencillos pasos y disfrutar del proceso.
El secreto de un buen pan está en la calidad de los ingredientes y en el tiempo de reposo.
Siguiendo esta receta de pan casero, lograrás un equilibrio perfecto entre textura y sabor.
Puedes personalizarlo añadiendo semillas, hierbas o incluso harinas diferentes para darle un toque especial.
No hay nada como el aroma del pan recién horneado llenando tu cocina.
Al preparar esta receta de pan casero, tendrás un pan natural, sin aditivos ni conservantes, ideal para acompañar cualquier comida o simplemente disfrutar con un poco de mantequilla.
Anímate a probar esta receta y a experimentar con distintas formas y sabores.
Una vez que hagas tu propio pan, difícilmente volverás a comprarlo, porque el resultado es incomparable.
INGREDIENTES DE LA RECETA
- 500 g de harina de trigo (puedes usar harina de fuerza o normal)
- 10 g de sal
- 7 g de levadura seca o 20 g de levadura fresca
- 300 ml de agua templada
- 1 cucharada de aceite de oliva (opcional, pero mejora la textura y el sabor)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE PAN CASERO
Mezcla la levadura con el agua templada y deja reposar unos 10 minutos hasta que espume.
En un bol grande, mezcla la harina y la sal.
Agrega el agua con la levadura y el aceite de oliva.
Remueve con una cuchara de madera o con las manos hasta integrar todo.
Coloca la masa en una superficie enharinada y amasa durante unos 10 minutos hasta que quede elástica y homogénea.
Pon la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrelo con un paño y deja reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño (aproximadamente 1 hora).
Saca la masa y dale la forma que quieras (barra, hogaza, panecillos…).
Déjala reposar unos 30 minutos más sobre la bandeja de horno con papel de hornear.
Precalienta el horno a 220°C.
Haz unos cortes en la parte superior del pan con un cuchillo afilado.
Hornea durante 25-30 minutos hasta que esté dorado y suene hueco al golpear la base.
Deja enfriar sobre una rejilla antes de cortarlo para que no pierda humedad.
Ya tienes pan casero con una corteza crujiente y una miga esponjosa. Si quieres darle un toque más rústico, puedes añadir semillas, frutos secos o incluso sustituir parte de la harina por harina integral.
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