TARTA DE QUESO Y FRESA
Aquí tienes una deliciosa receta de tarta de queso de fresa sin cobertura, perfecta para sorprender a tus invitados en cualquier ocasión.
Es una opción fresca, ligera y muy vistosa que encantará tanto a los amantes del queso como a los que disfrutan de los postres afrutados.
Esta receta fácil y rápida combina el irresistible sabor del queso crema con la frescura natural de las fresas, logrando un equilibrio perfecto entre dulzura y cremosidad. Y lo mejor de todo: no necesita horno, así que es ideal incluso para quienes no tienen mucha experiencia en repostería.
Uno de sus secretos está en el uso de gelatina de fresa, que no solo potencia el sabor sino que también le da una textura suave, firme y agradable al paladar. Esto hace que cada bocado sea un verdadero placer.
Puedes prepararla con una base de galletas para darle un toque crujiente, o simplemente servirla en vasitos individuales para una presentación original. Es versátil, elegante y perfecta para el verano o para cerrar una comida con broche de oro.
Sigue paso a paso esta receta y prepárate para disfrutar de una tarta de queso de fresa irresistible que seguramente se convertirá en una de tus favoritas.
INGREDIENTES DE LA RECETA DE TARTA DE QUESO Y FRESA
Para la base:
- 200 g de galletas tipo Digestive o galletas María
- 100 g de mantequilla derretida
Para el relleno:
- 500 g de queso crema (tipo Philadelphia)
- 200 g de azúcar
- 250 ml de nata para montar (crema para batir)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 10 g de gelatina en polvo sin sabor
- 60 ml de agua fría
- 200 ml de agua caliente
- 1 sobre de gelatina en polvo sabor a fresa (85 g)
PREPARACIÓN DE LA RECETA DE TARTA QUE QUESO DE FRESA
Tritura las galletas en un procesador de alimentos o colócalas en una bolsa y machácalas con un rodillo hasta obtener migas finas.
Mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas.
Cubre el fondo de un molde desmontable para tarta con la mezcla de galleta y presiona firmemente con el dorso de una cuchara para formar la base.
Lleva el molde al refrigerador mientras preparas el relleno.
En un tazón grande, bate el queso crema y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. Agrega la nata para montar y la esencia de vainilla.
Mezcla bien hasta obtener una crema homogénea.
En un recipiente aparte, mezcla la gelatina en polvo sin sabor con el agua fría. Deja reposar durante 5 minutos para que la gelatina se hidrate.
Calienta el agua caliente en una cacerola o en el microondas y disuelve la gelatina en polvo sabor a fresa en el agua caliente, siguiendo las instrucciones del paquete.
Añade la gelatina de fresa disuelta a la mezcla de queso crema y mezcla bien hasta que esté completamente incorporada.
Agrega la gelatina en polvo sin sabor hidratada a la mezcla de queso y mezcla nuevamente hasta que esté bien combinada.
Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta en el molde. Alisa la superficie con una espátula.
Refrigera la tarta durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche, hasta que esté firme y cuajada.
Una vez que la tarta haya cuajado, retírala del molde y sírvela tal cual o decórala con fresas frescas si lo deseas.
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